Una tragicomedia histórica por Bernardo Quesney

Todo pasa en San Felipe. En esta localidad de la V Región nació y creció Bernardo Quesney (32). Ahí conoció a sus amigos Milton Mahan y Mariana Montenegro, exintegrantes del dúo indie Dënver. Y ahí filmó su última película, Historia y geografía, actualmente en etapa de postproducción y seleccionada en la categoría Work in progress del Festival de Cine de Guadalajara.

Fue en el certamen mexicano que el periodista Jeffrey Sipe de la revista estadounidense Variety vio la cinta y entrevistó al director de cine chileno. En el texto, que Quesney pensó se trataría de un pequeño recuadro, pero resultó ser una conversación extensa, el realizador cuenta que la película se trata de una actriz que ha desarrollado su carrera en la comedia, y que buscando hacer algo distinto decide montar en su ciudad natal, San Felipe, una obra teatral basada en el poema La Araucana del conquistador español Alonso de Ercilla.

La protagonista es Amparo Noguera y también actúan Catalina Saavedra, Paulina Urrutia, Pablo Schwarz y Paloma Moreno, además de varios personajes secundarios interpretados por sanfelipeños que participaron de un casting local.

En 2008 Quesney se vino a Santiago para estudiar cine y, de manera accidental, dice, se convirtió en director de videoclips. Como tenía acceso a los equipos de la universidad, los conocimientos y las ganas, sus amigos de Dënver le encargaron hacer los videos musicales para las canciones ”Los adolescentes” y “Lo que quieras” de su disco Música, gramática, gimnasia (2010).

La banda despegó y los encargos a Bernardo también. “Ese tipo de música explotó. Y para mí fue muy bacán, recién empezando, filmar con gente a la que estaba yéndole tan bien”, comenta el director por Zoom desde un café en Guadalajara.

En los últimos 10 años ha dirigido más de 30 videoclips para músicos nacionales como Gepe, Javiera Mena y Colombina Parra, además de bandas en Argentina, Uruguay, México y España. Con “Revista de Gimnasia” (Dënver, 2013) ganó el premio a Mejor Videoclip en el Festival de Cine Latinoamericano de La Plata.

Ahora está dedicado al cine y desarrolla proyectos de publicidad y contenidos en Wood Producciones, pero sigue realizando un par de videoclips al año, dice. Cuenta que está terminando uno de “Narcisa”, nuevo tema de la cantante Princesa Alba junto a la brasileña Duda Beat, que se filmó entre Río de Janeiro y Chile. Le gusta el lenguaje audiovisual de los videos musicales, afirma, porque es más libre: “las imágenes funcionan rítmicamente y no responden a una lógica o estructura dramática”.

Tomó un taller de teatro y ha incursionado en la actuación. Aunque, aclara por respeto a la profesión, no es actor. Fue parte del elenco de Mi último round (2012), Vida sexual de las plantas (2015) y Ella es Cristina (2019). También actúa en su primera película, Efectos especiales (2011) interpretando a un inexperto y neurótico director de cine. En 2014 estrenó su largometraje Desastres naturales, que coescribió junto a Pedro Peirano, y que protagoniza Anita Reeves. Al igual que en Historia y geografía, ahí aparecen Amparo Noguera y Catalina Saavedra.

El plan inicial era filmar la película en marzo de 2020, lo cual el Covid-19 impidió y pospuso para diciembre del año pasado. Fue un mes de grabaciones, un 80% de ellas en San Felipe y un 20% en Santiago, calcula Quesney.

¿Por qué en su ciudad? “Por arraigo y porque me gustan las historias que transcurren en pueblos o ciudades pequeñas, que funcionan con un reflejo país. Además, como la mayoría de las producciones chilenas se graban en Santiago, todo termina pareciéndose mucho. Y siempre había querido filmar en San Felipe”.

La experiencia de rodar en medio de la pandemia significó reestructurar el guion, casi no usar extras para reducir riesgos de contagio, someterse a PCRs constantes, los actores realizando lecturas y ensayos siempre con mascarilla, rocío de amonio permanente, además de las aprensiones naturales por parte del equipo.

“La neurosis la llevé por dentro, porque el set hay que ordenarlo y no aportar más locura a una filmación que ya tiene dificultades. En pandemia hay más elementos que retrasan el rodaje”, apunta Bernardo, en relación al personaje de director desbordado que interpretó en su primer largometraje, Efectos especiales.

Amparo Noguera da vida a Gioconda Martínez, una actriz madura que es reconocida por interpretar a un personaje humorístico en televisión, pero que llegado cierto punto de su carrera busca hacer algo “serio”. Decide entonces montar una obra de teatro que aborde el tema mapuche usando como texto base el poema épico de Alonso de Ercilla publicado por partes entre 1574 y 1589, que se sigue enseñando en las escuelas, pero que hoy se lee como una versión romantizada de la conquista.

Decisiones como elegir a actores haitianos representando a los personajes mapuches de la obra, además de una serie de torpezas, delatan su desconocimiento del tema y la llevan a todo tipo de situaciones ridículas en las que es acusada de apropiación cultural. Y también habla de realidades locales: desde 2016 San Felipe ha recibido a unos diez mil haitianos que se establecieron ahí con ilusiones, muchas veces incumplidas, de una mejor vida.

“La película se ríe de muchas cosas, pero no se trata solo de burlarse, sino de tratar de entender. Es una comedia, pero tiene un humor más de incomodidad que de festival de chistes”, explica el director y autor de la idea original, que luego trabajó en conjunto con el escritor y guionista Simón Soto, y la asesoría de Diego Ayala, quien venía de la producción Luis Miguel, la serie (Netflix).

“Es un poco terrible ser actor: los procesos de casting son tremendos, tampoco se paga demasiado bien por lo general, quedas encasillado, la gente te juzga. He conocido muchos actores y pasan capeando una ola de inseguridades. Se acaba un proyecto y se sienten vacíos, no saben qué vendrá después. Sufren con la exposición, pero igual les gusta”, afirma Quesney.

El oficio es cruel y más aún para las mujeres, agrega: “En ellas el paso del tiempo es más sensible. Los galanes pueden tener 55 años pero sus compañeras de escenas van siendo cada vez más jóvenes”. Esa inseguridad se puede traducir en una conducta errática, como la de su personaje Gioconda Martínez en Historia y geografía.

Estos últimos días en el Festival de Cine de Guadalajara le han servido mucho, afirma. Además de haber sido uno de los siete proyectos latinoamericanos seleccionados en la categoría Work in progress y de la oportunidad de levantar financiamiento para terminar de postproducir la película, le aportó mucho mostrarla a un jurado extranjero y constatar si la historia funciona más allá de lo local.

“Surgen muchas preguntas que te ayudan a replantearte: “esto se entendió, esto no”. U observar cómo reaccionan los espectadores ante las escenas más cómicas. También es distinto verla en pantalla grande, te fijas en algunas cosas que todavía puedes corregir”.

Como el año pasado la edición del festival fue online y actualmente se vive una reapertura tras meses de confinamiento, los asistentes estaban más entusiastas que de costumbre, comenta. Además de compartir con una gran delegación chilena, Quesney cuenta que se pasean personajes importantes de la industria, como el director Carlos Saura o la productora de Guillermo del Toro.

El director pretende terminar el proceso de postproducción de aquí a final de año, para poder estrenar la película en festivales durante el primer semestre de 2021. Enfatiza que se trata de una producción barata, cuyo costo total asciende a los 200 mil dólares, y que obtuvo apoyo del Ministerio de Culturas a través del Fondo Audiovisual Regional y de la Municipalidad de San Felipe.

Le encantaría estrenar la película primero en cines, pero ante el todavía incierto escenario de las salas locales, también se abre a saltar pronto al streaming. En lo inmediato, Quesney vuelve a Chile este domingo y el próximo paso de Historia y geografía será el Festival Internacional de Cine de Valdivia, a mediados de este mes.